Cómo ayudar tus hijos con las tareas escolares

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Sabías que el efecto que conlleva la implicación familiar sobre los resultados académicos de los niños, es uno de los campos más productivos de la investigación educativa. En general, los estudios apuntan que los alumnos con progenitores más comprometidos con su proceso educativo presenta mejores resultados, calificaciones, tasas de promoción, titulación y densidad en pruebas objetivas y mayores destrezas básicas como velocidad lectora, vocabulario, etc.

Al margen de los resultados escolares, que los padres nos involucremos en las tareas y actividades de nuestros hijos, trae más efectos positivos de los que te imaginas, por eso queremos motivarte a que descubras cuáles son y a que puedas apoyar a tus niños de manera más consciente y propositiva. Sigue leyendo este artículo y te contamos cómo todos salimos ganando.

1. El alumno con padres más implicados tiene una actitud más positiva hacia la escuela y mayor autoconcepto, motivación y expectativas académicas.

2. Los centros con mayor participación familiar registraron menos absentismo y problemas de convivencia, y el profesorado se siente más apoyado en su tarea.

3. Y finalmente, las familias más colaboradoras conocen y están más satisfechas con el funcionamiento del centro, asumen más responsabilidades y valoran más al profesorado.

¿Cómo puedes involucrarte con las tareas de tus hijos?

1. Participación en la escuela

Debes de saber que esto es responsabilidad de ambos padres, y esto no solo implica ir a recoger a tu hijo a la escuela, también significa asistir a reuniones y entrevistas; colaborar en las actividades y asociaciones del centro educativo, y participar en su financiación, gestión y gobierno. Estos modos de participación se asocian a efectos positivos, te mantiene al tanto de las activides extracurriculares de los niños, y mantiene una comunicación más cercana con los docentes. El niño, por lo tanto, se sentirá mucho más apoyado si estás activamente presente.

2. Implicación en el hogar

En el hogar, es donde realmente se fortalece la educación, todo lo que ellos aprenden en el colegio, lo terminarán de comprender cuando estén realizando sus tareas, así que involucrarte conlleva, motivar, trasmitir altas expectativas y planificar el futuro académico. Conversar sobre acontecimientos escolares cotidianos y enfatizar la utilidad de las tareas escolares; ofrecer oportunidades culturales extras como vistas a museos, bibliotecas, investigación o ejemplos que puedes encontrar en internet, son ideas, recursos y medios que seguramente les ayudará con los deberes o tareas escolares en el hogar. En otras palabras, tu tarea es ayudar a que tu hijo logre por sí mismo realizar sus tareas, comprender las ideas y conceptos de lo que hace, explicar si es necesario lo que se le haga más dificil, brindando ejemplos, o mostrándole cómo hacerlo. No se trata que hagas tú su tarea, recuerda que esa etapa la viviste hace ya algunos años, se trata que facilites y te asegures que ese alumno que ahora tienes en casa, está aprendiendo y explorando todas sus capacidades.

Tampoco te conviertas en padre controlador

Por otro lado, también queremos que sepas, que ayudar a los hijos con las tareas, no debe llevarte al extremo de convertirte en un padre controlador, ya que el exceso de presión que hagas sobre ellos, te traerá resultados totalmente negativos.

En general, también los estudios muestran resultados sobre esto: los estudiantes de familias que diariamente y sistemáticamente controlan, supervisan, corrigen, ayudan o completan sus tareas presentan desempeños escolares más bajos. Te preguntarás y esto ¿por qué? La primera razón es porque un estilo parental muy directivo o controlador limita el potencial de desarrollo autónomo de los hijos. Los deberes tienen una naturaleza singular: es la única tarea de aprendizaje reglado que se realiza extramuros de la escuela, por tanto, sin supervisión directa del docente.

Así que, además del repaso de los contenidos tratados en el aula, los deberes también persiguen fomentar la responsabilidad y autonomía del alumnado. Las familias que adoptan un estilo fiscalizador cohíben estas capacidades y generan dependencias académicas indeseables.

Igualmente, estudios de seguimiento a lo largo del tiempo encuentran que las familias con hijos con más problemas académicos en educación primaria tendían a mostrar conductas más controladoras en educación secundaria y, al contrario, los estudiantes con mayor éxito escolar en la escuela primaria tienen progenitores que potenciaban su autonomía en educación secundaria.

Entonces, si la la ayuda sistemática es contraproducente, en todo caso, ¿qué se puede hacer?

La estrategia que los padres deben tomar y que se vuelve, más eficaz ante los deberes es adoptar un estilo de implicación más indirecto y comunicativo, ofrecer recursos, pautar rutinas, ayudar a planificar y fomentar los hábitos de trabajo, especialmente con el ejemplo.

Por supuesto es muy recomendable ofrecer explicaciones y ayudas ante dificultades concretas, para que él comprenda y asuma su responsabilidad e independecia.

Recuerda que toda política de tareas escolares en el hogar debe orientarse sabiendo que lo ideal es que ofrezcan formación e información necesaria que fomente la responsabilidad y el trabajo autónomo de sus hijos.

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