Hacer pizza en casa es mucho más que una actividad culinaria: es una experiencia para compartir, disfrutar y experimentar con sabores. Al preparar tus propias pizzas con ingredientes frescos, no solo controlas la calidad, también puedes personalizar cada detalle según tus gustos. Aquí te guiamos paso a paso para lograr una pizza deliciosa desde cero.

La base: masa casera y versátil

Una buena pizza comienza con una masa bien hecha. Puedes optar por una receta tradicional con levadura o una versión rápida si tienes poco tiempo.

Ingredientes básicos:

• 3 tazas de harina de trigo
• 1 taza de agua tibia
• 1 cucharadita de levadura seca
• 1 cucharadita de sal
• 1 cucharada de aceite de oliva

Preparación:

1. Disuelve la levadura en el agua tibia y deja reposar 10 minutos.
2. Mezcla con la harina, la sal y el aceite. Amasa hasta lograr una textura suave.
3. Cubre y deja reposar por al menos 1 hora en un lugar cálido.
4. Estira la masa según el grosor deseado y colócala sobre una bandeja con papel encerado.

La salsa: frescura y sabor

Preparar tu propia salsa marca la diferencia. Lo ideal es usar tomates maduros y especias naturales.

Salsa rápida:

• 3 tomates maduros rallados o triturados
• 1 diente de ajo picado
• Sal, orégano y albahaca al gusto
• Un chorrito de aceite de oliva

Sofríe el ajo, agrega los tomates y condimenta. Cocina a fuego medio por 15 minutos.

Ingredientes frescos para todos los gustos

La clave está en elegir toppings de calidad. Algunas combinaciones ganadoras incluyen:

• Clásica Margarita: mozzarella fresca, albahaca y aceite de oliva.
• Vegetariana: champiñones, pimientos, cebolla morada y aceitunas negras.
• De carnes: jamón serrano, pepperoni o salchicha italiana con queso rallado.
• Gourmet: higos frescos, queso de cabra y miel; o peras con gorgonzola y nueces.

Asegúrate de equilibrar texturas y sabores: un toque crujiente, una base cremosa y un ingrediente protagonista hacen magia.

Horneado perfecto

Precalienta el horno a máximo (220-250ºC) y hornea entre 10 y 15 minutos, hasta que los bordes estén dorados y el queso derretido. Si tienes piedra para hornear, úsala para una base más crujiente.

Preparar pizzas caseras con ingredientes frescos es una manera divertida de consentirte y consentir a los tuyos. Puedes hacer una tarde de pizza con diferentes sabores o dejar que cada quien prepare la suya. Anímate a probar nuevas combinaciones y disfruta del placer de cocinar con lo mejor de tu cocina.